DENTRO Y FUERA

Publicado: 01-03-2011 en Sin categoría

 Afuera creen que saben lo que pensamos los de adentro, y nos comparan con cualquier ejemplo extremo que conozcan, nos compadecen, nos llaman a las armas o nos piden que no las soltemos. Los más irritantes son esos misioneros que creen que aquí lo ignoramos todo y deben venir a enseñarnos cómo funcionan las computadoras o qué es la democracia. O a vanagloriarse de ellas como si las hubieran inventado.

 Adentro creemos que sabemos cómo funcionan las cosas afuera. En buena medida, porque tenemos la prensa más estúpida del hemisferio. Y eso es ser muy generoso. Creemos que el mundo está pendiente de Cuba y que todos los emigrantes son felices porque lo parecen cuando vienen de vacaciones. Es nefasto que sólo nos enteramos de lo que ocurre a dos cuadras de casa por lo que algún socio nos pasa en memoria flash: entradas de blogs, programas de la televisión de Miami… incluso películas cubanas alternativas. Nuestra prensa, muy ocupada con la crisis mundial, necesita espejuelos de cerca. Y claro, estamos bien jodidos si la única manera de conocer los últimos chismes pasa a través de la opinión de María Elvira u otro fundamentalista del 41.

 También está el pudor. Muchos que aquí nos pasamos la vida criticando, cuando viajamos nos ponemos chovinistas. Aunque uno mismo no entienda a Cuba, la vive y la siente y sabe que no la definen un par de frases incendiarias que un periodista hambriento de méritos quiere sacarte. La azucarera no cabe en la política. Entonces dirán que no hablas por miedo. Y tú los mandarás a cagar.

 No es que seamos más tontos, o un rebaño, un pueblo débil que se merece dictaduras o un pueblo heroico que admira todo el mundo. En realidad, esas son simplificaciones para vender noticias. Es verdad que este país necesita un cambio, para dejar de vivir en la copia resobada de una película silente. Pero no nos digan cómo hacerlo, no nos muestren los atajos que tomaron otros.

comentarios
  1. Gel dice:

    Pero mi herma ¡¿si no imitamos cómo quieres que se logren las cosas?! Entonces, con esa paciencia pasarán otros 52 años. Entiendo perfectamente, y recuerdo ¡vaya que irónico! las palabras del ‘jefe’ a principios de su ‘revolución’: -Aquí nadie tiene que venir a decirnos lo que tenemos que hacer.

    Consecuencia y moraleja:
    -La Cuba de hoy.

  2. Coño este post esta brutal. Ya le estoy colgando enlace a él en mi blog. Saludos desde fuera.

  3. Ejem… He decidido colgar todo el post en mi blog, link y todo. Otro saludo desde fuera.

  4. Gerardo Verdecia dice:

    Es cierto, las simplificaciones están en todos los lados. Es difícil contemplar la complejidad. Pero hay que hacer algo y alguna vez. Por no querer imitar siempre han terminado haciendo lo peor: nada. Entiendo que la realidad cubana siempre es un buen material para los artistas pero el cambio que se reconoce hay que hacer solo se puede hacer haciéndolo. Y la democracia se aprende imitándola no leyendo libros. La democracia es imperfecta pero solo puede llegarse a ella viviendola. De nada sirve demorar su comienzo escondidos en el nacionalismo mas chovinista.

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